Protejamos: El Mirador

Por: Javier Tello

El Mirador es una cuenca ubicada en la parte norte de nuestro país, en el departamento de Petén. Alberga una de las últimas reservas de bosque tropical virgen del país, lo que nos lleva a que por ende contiene un inmenso patrimonio en Biodiversidad. En esta cuenca  también se encuentran varios sitios arqueológicos como El Mirador, la ciudad en temas de escala más grande de la civilización maya. Por el otro lado tenemos comunidades locales que han desarrollado un manejo sostenible en el cual protegen los bosques de una mejor manera en relación a la administración de los Parques Nacionales.  

Actualmente se discute una propuesta “Ley de Alianza de Seguridad y Conservación Maya de la Cuenca Mirador-Calakmul” (S.3131), dentro de la cual se contempla una campaña de captación de capital entre Guatemala y Estados Unidos (políticos y diferentes inversionistas) para transformar de este espacio una  atracción turística.

Lo cual podría ser riesgoso e insostenible, ya que se pone en riesgo la biodiversidad que aporta servicios ambientales, y por el otro lado el modelo de desarrollo que se plantea según datos no necesariamente es inclusivo.

Los Pueblos Mayas deben ser considerados sobre el rumbo que debe tomar su patrimonio cultural y espiritual, y por el otro lado existen las comunidades locales que deben ser incluidas en cualquier toma de decisiones, ya que este proyecto impactará sus formas de vida a nivel económico y social.

En base a estos sucesos el Gobierno de Guatemala lanzó un comunicado en el que informa que no existe interés en desarrollar algún proyecto como él mencionado anteriormente dentro de la Reserva de la Biosfera Maya (RBM). También nos dicen que Guatemala reconoce el valor incalculable de lo que esta cuenca representa a nivel natural y cultural. Este comunicado es esencial, ya que nos garantiza la protección de un territorio que debe ser cuidado y correctamente administrado para su preservación y disposición en futuras generaciones.

De  esta manera podemos considerar que este es un tema de mucha importancia y de gran interés para nosotros los planificadores territoriales, nuestro territorio de enfoque podríamos decir que ha sido el “Urbano”. Pero no debemos olvidar que todo está vinculado, que todo el territorio y las poblaciones tienen conexiones directas o indirectas con el resto de territorio “No Urbano” (área rural y paisaje natural).

Por lo cual tenemos una gran responsabilidad de enfocar esfuerzos para encontrar soluciones adecuadas en el buen manejo del territorio en general. Sabemos muy bien qué un impacto nocivo dentro del área rural y el paisaje natural,  traerá repercusiones directas sobre los centros urbanos que nos pueden exponer a complejidades sociales, económicas y medioambientales más dificultosas de manejar y resolver. 

Finalmente debemos considerar la reflexión de el si podemos llegar a una democracia territorial (en la cual todos los territorios tengan un valor transversal), en el cual no solo los centros urbanos sean los de mayor prioridad, hay una prioridad desde el hecho de que allí están las mayores concentraciones de poblaciones. Pero estas poblaciones dependen de lo que sucede afuera de la ciudad.